Viernes 26 de abril, 20hs: CICLO DE CINE Y PSICOANÁLISIS “Eso que nos hace argentinos”



El psicoanálisis toma al cine, el 7º arte, como la expresión cultural que plasma la vida misma llevada a la pantalla. A lo largo de la historia sus caminos se han cruzado y se han separado en numerosas ocasiones. Aparentemente tienen la misma edad ya que ambos nacieron casi juntas, en 1895, una de la mano del arte, y el psicoanálisis, nacido en la cuna de la ciencia se desprendió a partir de Freud, desde entonces el mundo ya no fue igual. Ambas se fueron retroalimentando a través de su historia. Las dos tocan, señalan, construyen, recrean algo de la verdad, de la subjetividad  y de lo difícil e insoportable que es, a veces, la existencia. Nada es tal como parece o se dice, siempre hay algo más profundo que subyace en cada sujeto, que no puede decirse pero se expresa en el arte.

 Diana Paulozky, reconocida  Psicoanalista y Coordinadora del Ciclo de Cine del Centro Cultural de Córdoba  considera al cine como “el arte de nuestro tiempo”, y explica cómo un director puede captar la época, sus semblantes, las  proyecta y produce efectos singulares. Permite identificarse, pensarse a través de problemáticas sobre todo cuando es un buen cine. Como en la literatura y como en el teatro, el cine capta lo más verdadero de una época.
Tanto Freud como Lacan, decían que un analista no puede estar ajeno a las manifestaciones culturales de su época, ya que ellas modelan y describen cierta subjetividad. Pero de todos modos, no se trata de psicoanalizar un texto cinematográfico como si lo estuviéramos recostando en el diván, solo se trata de aportar desde el psicoanálisis, ciertos elementos que permitan una lectura de la época, de sus deficiencias, de sus  excesos, y de sus efectos: inhibiciones, síntomas y angustias.. Esta sería la intención o mejor dicho el desafío que nos planteamos con este Ciclo de Cine.
Acorde al tema del Seminario clínico 2013 denominado “El tratamiento del Síntoma”- Del Sufrimiento a un Saber Hacer, realizamos una selección de películas del cine argentino de la última década como un modo de mostrar cómo se las arregla el sujeto  argentino en el Siglo XXI, signado por ese halo pesimista, melancólico  y por qué no depresivo a veces, que por otra parte caracteriza al argentino, sin desconocer un rasgo típico como lo es la viveza criolla, la picardía, temas sobre los que  versan varias películas argentinas. Otro rasgo a tener en cuenta es el exhibicionismo, de un modo que bordea lo obsceno, y que se traduce también en el vocabulario insultante y provocador con el que se expresan los personajes; rasgos que cobran un valor de insignias del ser argentino y su uso en la época actual.

En esta época de la desmesura, en la que nadie escapa al dominio del goce y al imperativo del “todo vale”, el síntoma es lo único que posibilita  regular lo insoportable del goce, que excede al sujeto.